El día en
que el hombre creó el lenguaje, se formaron inmediatamente cuatro grupos. El
más grande era el de sobresdrújulas, después estaban las esdrújulas, luego las
llanas y, finalmente, el simple pueblo de las agudas. Un día, recibieron la
inesperada visita de Alfabeto, el rey de
la lengua.
-Queridas
sobresdrújulas, sois las más poderosas, triunfaréis
cada vez que os coloquéis en una frase, ya que siempre lleváis tilde, igual que
las esdrújulas. Pero, esdrújulas, vuestra tilde está en la antepenúltima y sois
el ejército. Llanas, sois de la nobleza y lleváis tilde en la penúltima sílaba
siempre que no acabéis en -n, -s o vocal -dijo- ¡Ah! Faltáis las agudas.
Bueno…todos os menosprecian, pero os voy a dar el don que queda: vuestra sílaba
tónica estará en la última sílaba y llevaréis tilde si acabáis en -n, -s o
vocal. Esto os lo doy para que os deis cuenta de lo que valéis.
Después de esto, Alfabeto se
fue. “Vaya chungo”, pensaron las agudas, mientras las demás se reían de ellas.
Pasaron los días, y así; siempre hacían guerras que ganaban las sobresdrújulas.
Cuando ellas no participaban, ganaban las esdrújulas, y si no iban; las llanas. Pero las agudas,
¡nunca!
Un día, la pequeña Paz le
dijo a su hermano Amor:
-Las
agudas no servimos para nada. Ojalá pudiéramos solucionarlo de alguna forma.
-Vayamos
a ver a Profesor -sugirió Amor- Es nuestro jefe y el más sabio de las agudas.
Así lo hicieron. Llamaron a la puerta de
su cabaña y Profesor les hizo entrar. Le contaron lo que habían hablado.
-Ojalá
algún día tuviéramos amor y también paz- dijeron. Profesor sonrió por las
buenas intenciones de los niños y dijo:
-¿Qué
son “paz” y “amor”?
-Nuestros
nombres -contestó Paz, confusa.
-Y
palabras muy bonitas -dijo Amor.
-Son
algo más -puntualizó Profesor -Palabras agudas. Lo que oís. Aunque no lo
parece, tenemos valor, porque es otra
palabra aguda.
-Pero
no llevamos tilde si no acabamos en -n, -s o vocal -dijeron los hermanos.
-Ya,
pero tenemos palabras bonitas con tilde: emoción, canción… Si nos lo
propusiéramos, podríamos parar estas guerras diarias -explicó Profesor.
Al final, fueron a contárselo a los
demás agudas ese mismo día. Acordaron que al día siguiente irían a decírselo a
las llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Cuando se lo contaron, empezaron a
hablar todos a la vez.
-¡Pero
si ganamos nosotros siempre! -protestó Háganmelo, el jefe de las sobresdrújulas
-¡Mi respuesta es que no!.
-¡Eso!
-le apoyó Hércules, el jefe de las esdrújulas -Claro, normal que queráis
cambiarlo todo, no servís para nada.
-Bueno,
¿qué os parece si probamos una semana sin guerras y elegimos lo mejor? –
propuso Profesor.
-Está
bien, démosles una oportunidad -aceptó Líder, el jefe de las llanas -Pero como
no nos guste…
Al
cabo de una semana sin guerras, decidieron que así era mejor. Alfabeto fue a
visitarlos.
-Estoy
orgulloso de vosotros -dijo- He venido porque van a hacer un concurso de
cuentos y a lo mejor queréis participar.
Todos
aceptaron. Los libros fueron enviadas a la página web del concurso, donde las
podían votar. Las personas que leían el cuento en el que participaban las
agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas les decían a sus conocidos:
-El
día en que el hombre creó el lenguaje…
Bueno,
si queréis saber lo que decían, ¡volved al principio del cuento!
Autor: Ushuaia
Hola,soy Elena, este es el nuevo blogger, ¿no? Porque si lo es, está muy chulo. Supongo que será de Pilar, y su cuento magnífico de las BATALLAS DE PALABRAS.
ResponderEliminarYo ya lo he votado.
Adióssssssss Pili!!!
;)
ResponderEliminarHola soy Lola
ResponderEliminarPilar me han encantado tus cuentos ya los he votado
es pilar
ResponderEliminarMuchas gracias a todos/todas :)
ResponderEliminarTe las mereces ;)
EliminarMuy interesante
ResponderEliminarGracias. ;D
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