Seguimos con Ara Malikian

¡Hola chicos! Hace poco fui a un concierto de este gran artista (no os pude grabar nada porque estaba prohibido L), pero sí os voy a contar unas historias que  contó. J

1-         Alfredo Ravioli.

Cuando Ara fue a estudiar a Alemania, conoció a mucha gente que siempre estaba hablando de lo maravillosos que eran sus violines, y él intentaba no hablar mucho del tema porque el suyo no estaba hecho por nadie muy importante. El caso era que los mejores violines de la época eran italianos.

- ¡El mío es un Stradivarius!

- ¡El mío un Guarneri!

- ¡Ah, pues el mío es un Amati!

Esas conversaciones eran frecuentes entre sus compañeros. Pero un día le preguntaron:

-Oye Ara, ¿quién hizo tu violín?

Él no sabía qué decir, ya que su violín no era de los buenos, así que dijo lo más italiano que se le ocurrió en ese momento.

-De…Ravioli.

Todos sus compañeros se rieron.

-     ¿Ravioli al pesto?- dijo alguien.  

Más risas.

-     No- dijo él, muy serio- Al… fredo.  Alfredo Ravioli.

Nadie se lo creía, pero Ara Malikian siguió inventándose historias, como que solo había hecho 5 violines y por eso el suyo era tan importante. 😂😂😂 La gente incluso se acercaba para pedirle que le contara las historias del supuesto Alfredo Ravioli. 

Pero, en realidad, Ara Malikian no necesitaba inventarse historias para que su violín pareciera importante, porque ya lo era. El violín se lo regaló su abuelo, que vivía en Armenia donde había guerras, y gracias a ese violín había conseguido escapar de la guerra y llegar a Líbano donde vivió con su familia.

2-       Los percebes.

Estuvo en un grupo de música irlandesa. Un día fueron a un acuario en Galicia donde había unos animales llamados percebes y a él le pareció que eran de otro mundo. Dejó el grupo de música para investigar sobre ellos, ¡y hasta les compuso una canción!

 3-         El suicidio del violín.

Antes de dejarlo marchar a otro país, su padre le explicó que el violín era muy frágil y había que cuidarlo muy bien. Él no le hizo ningún caso y llevaba a su violín a todos lados y no hay que decir que lo tratara muy bien. Así que un día lo dejó en una mesa, se fue, y… el violín se suicidó, por decirlo así. Cuando Ara volvió, lo vio hecho pedazos en el suelo y se puso muy triste, (😭😭😭) así que lo llevó a que lo arreglaran, pensando que no lo iban a conseguir, y compuso un réquiem en honor a su violín. Luego se lo devolvieron arreglado y se alegró mucho… pero lo que es el tema ya estaba compuesto, y ahora piensa que será su violín el que lo tocará en su funeral.

4-         Ídolos.

Cuando era pequeño, a su hermana le gustaba el rock y a su padre la música clásica, así que fingía gustos distintos con cada uno de ellos. Su hermana le obligó a poner un póster de Led Zeppelin (un grupo de rock) en su habitación. El problema era que si su padre veía el póster se iba a enfadar con él. Lo que hizo fue poner el póster y encima una cortina con la foto de Bach que bajaba cada vez que entraban su padre. En realidad, a él no le gustaba ni el uno ni el otro. Él quería ser John Travolta. 

¡¡¡Adiós!!! Nos vemos en la próxima entrada.